sábado, 12 de enero de 2008
¿Ecuador somos todos, o SOMOS ECUADOR?
Durante estos días he seguido muy de cerca la publicación de algunos textos, en el blog de la Peña Taruina El Albero y de uno de sus colaboradores un blog llamado Somos Ecuador, de un grupo de aficionados que pretenden crear una red de suscripciones en nuestra ciudad: Quito.
Alrededor de este tema tengo algunas objeciones y ciertas dudas, las primeras son entorno a los argumentos que utilizan estas personas que se denominan amantes del arte y son capaces de llamarnos ignorantes a quienes estamos opuestos a esta masacre. No entiendo como es que siendo personas tan ilustradas como se dicen, pueden caer en falacias y promover a través de falacias la tauromaquia, en particular hablo del abuso de una, la llamada ad homine; ya que constantemente hacen mención a figuras como el che Guevara y Monseñor Luna Tobar, escogidas a dedo y olvidan a los otros personajes taurinos de convicción como el ex presidente Jamil Mahuad, a quién le debemos la crisis financiera y política del país, o como Franco, que no necesita ninguna presentación especial salvo que las mismas salvajadas que celebraba en un plaza las ejercía en campos de fusilamiento.
Otro malestar que debo manifestar es la inconsistente y grosera forma con que argumentan en contra de quienes hemos comentado opuestamente a sus textos, la utilización de peyorativos como ignorantes, sufridores, vagos que protestan, o llamarnos personas puestas a la moda cuando nos hemos referido a los resultados que ha provocado el especismo, del que los taurinos hacen gala, en el mundo; de seguro este trato es la manifestación desperada de un encierro intelectual que se expresa también en publicar textos conservacionistas sobre el toro de lidia en España, sin tomarse la molestia de reflejar nuestra realidad respecto a la crianza de toros en el país.
Mis dudas entonces son, si es que son capaces de autodenominarse Somos Ecuador, haciendo mención de un nacionalismo absurdo, porque no aceptan los comentarios de quienes también somos ecuatorianos, hablo desde un queja que Alejandra Velasco expuso en el blog del Albero, sobre el blog de somos Ecuador, y también desde mi experiencia personal, es decir, publicamos textos contradictorios y Somos Ecuador en un acto de suma prepotencia no publica nuestros textos.
Yo creo que en el contenido mismo de la expresión Somos Ecuador, coarta la libertad de expresión y a la democracia, a la que convocan los taurinos cuando les faltan argumento, pues no creo que solo ellos sean Ecuador. En lo personal creo que el Ecuador es mucho más que las corridas de toros, históricamente somos diferentes, por eso declaremos abiertamente que Todos somos Ecuador, y que los de Somos Ecuador, son muy pocos.
Jonathan Melo
martes, 1 de enero de 2008
Manifiesto animalista
Un animalista, es un individuo que sintiéndose parte del conjunto animales, reconoce que el ser humano es un animal muy distinto a los otros, un ser que tiene la facultad de razonar, es decir utilizar de una manera compleja un sistema lingüístico de comunicación para explicarse el mundo y buscar ajustarse a él, y que precisamente por este motivo, durante los últimos quinientos años y más aún desde la tercera revolución industrial, ha alterado el mundo a su usanza desconociendo que esta alteración le afecta a sí mismo.
El origen de este desconocimiento es consecuencia de la separación radical que la economía y la política dominante han expresado y practicado durante los últimos tiempos.
El sistema actual de pensamiento necesario para ejercer el mercadeo y el consumismo, ha insistido en volver a los seres humanos egoístas e ignorante sobre su posición en el mundo, este hecho pues es considerado por los animalistas como el mayor reto social que enfrentan los animales humanos y no humanos, y la naturaleza toda.
A esta forma aberrante de pensar que ha sido impuesta en la sociedad contemporánea, Peter Singer la denomina especismo, ósea la consideración de superioridad de la especie humana sobre las otras especies. Forma de pensar que le permite justificar verdaderos genocidios animales, por ejemplo el año pasado la cifra de pollos asesinados por la multinacional KFC, fue de un billón; le permite justificar actos crueles como la utilización de pieles animales teniendo la capacidad tecnológica de crear fibras sintéticas o de considerarlos objetos de diversión, como en las corridas de toros, o de investigación, y utilizarlos como elementos decorativos, es el caso de los animales domésticos que son arrojados a las calles, días después de navidad.
El animalista por lo tanto tiene la responsabilidad de difundir e investigar sobre este temática de manera regional, combatir al especismo y proponer nuevas formas de economía y convivencia, haciendo pues uso de la experiencia humana escrita en la historia para mostrar a quienes aceptan el caos y el suicidio humano, que existieron formas racionales de convivir con la naturaleza.
Un animalista tiene como principio la convivencia, por lo tanto se reconoce con el pensamiento social denominado de izquierda, cree en la justicia social y en la revolución humana.
Comprometido como se encuentra con los animales humanos y no humanos, es incapaz de usar sus pieles o de ingerirlos, pues demuestra en cada momento a la sociedad a la que sirve, que es posible vivir sin ejercer violencia sobre los otros.
Por un mundo para todos. ¡Animalistas pensemos y practiquemos la nueva revolución!
El origen de este desconocimiento es consecuencia de la separación radical que la economía y la política dominante han expresado y practicado durante los últimos tiempos.
El sistema actual de pensamiento necesario para ejercer el mercadeo y el consumismo, ha insistido en volver a los seres humanos egoístas e ignorante sobre su posición en el mundo, este hecho pues es considerado por los animalistas como el mayor reto social que enfrentan los animales humanos y no humanos, y la naturaleza toda.
A esta forma aberrante de pensar que ha sido impuesta en la sociedad contemporánea, Peter Singer la denomina especismo, ósea la consideración de superioridad de la especie humana sobre las otras especies. Forma de pensar que le permite justificar verdaderos genocidios animales, por ejemplo el año pasado la cifra de pollos asesinados por la multinacional KFC, fue de un billón; le permite justificar actos crueles como la utilización de pieles animales teniendo la capacidad tecnológica de crear fibras sintéticas o de considerarlos objetos de diversión, como en las corridas de toros, o de investigación, y utilizarlos como elementos decorativos, es el caso de los animales domésticos que son arrojados a las calles, días después de navidad.
El animalista por lo tanto tiene la responsabilidad de difundir e investigar sobre este temática de manera regional, combatir al especismo y proponer nuevas formas de economía y convivencia, haciendo pues uso de la experiencia humana escrita en la historia para mostrar a quienes aceptan el caos y el suicidio humano, que existieron formas racionales de convivir con la naturaleza.
Un animalista tiene como principio la convivencia, por lo tanto se reconoce con el pensamiento social denominado de izquierda, cree en la justicia social y en la revolución humana.
Comprometido como se encuentra con los animales humanos y no humanos, es incapaz de usar sus pieles o de ingerirlos, pues demuestra en cada momento a la sociedad a la que sirve, que es posible vivir sin ejercer violencia sobre los otros.
Por un mundo para todos. ¡Animalistas pensemos y practiquemos la nueva revolución!
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